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Por Roberto Bahena


Los sismos que se han registrado en el estado de Sonora en los últimos días no tienen que ver con la Falla de San Andreas, como comúnmente se cree cada vez que se puede sentir un temblor en la entidad, explicó la académica geóloga de la Universidad de Sonora, Alejandra Marisela Gómez Valencia.


La catedrática del Departamento de Ingeniería Civil y Minas explicó que esto no es novedoso, pues en la zona noroeste de México hay una zona tectónica activa, aunque normalmente son de baja magnitud, por lo cual no se sienten.


Detalló que Sonora se encuentra en la placa tectónica norteamericana, misma que limita al oeste con la placa del Pacífico, ubicada en Baja California y Baja California Sur, misma que en el límite tectónico se forma el sistema de fallas transformantes del Golfo de California, las cuales generan cuencas marinas que inclusive se tiene evidencia de que en ellas hay actividad volcánica.


Esto provoca que las dos Baja California se separen hacia el noroeste, esto entre cinco y ocho centímetros anuales, del resto del continente americano.


"Debemos de tener la presencia diaria de sismos, lo que pasa es que a muchos no los percibimos porque no son de una magnitud tan considerables como, por ejemplo, los ocurridos recientemente en el Golfo y también en la parte serrana, tienen una magnitud mayor y pues la gente los ha sentido también", apuntó.


Gómez Valencia enfatizó que, ante tal desplazamiento de placas y la actividad del magma, es normal que en esta región existan temblores como los sismos de 5.4 y 4.3 de magnitud registrados el pasado 31 de julio al oeste de Guaymas, en el Golfo de California.


Asimismo, afirmó que en la zona serrana dónde se presentó el último sismo de magnitud de 5.2 grados, hasta hoy se continúa con abundante registro de actividad sísmica, lo cual se debe a que se está presentando evidencia de movimientos sísmicos de fallas activas, como la Pitáycachi, Teras y Otates, donde el movimiento de la primera falla mencionada ocasionó, en el año de 1887, un sismo de magnitud estimada en 7.4, que dejó importantes afectaciones materiales y humanas en la entidad.


"En el caso del sismo ocurrido en la región de Guaymas, es en el límite de fallas transformantes, no tiene que ver con el sistema de fallas de San Andrés, entonces ahí actualmente hay movimientos porque se están generando cuencas en el sector oceánico e inclusive actualmente hay magmatismo activo ahí, hay fisuras dónde está emergiendo magmatismo ahí, entonces por lo cual hay actividad tectónica y por lo tanto hay sismos y no es que sea nueve que ocurra en ese sector, lo que pasa es que han ocurrido de menor intensidad y cuando han ocurrido de mayor liberación de energía, es cuando se sienten estos sismos", subrayó.


En lo que respecta al otro sismo en la sección serrana, aseveró que el sistema de fallas es distinto y ahí se tiene lo que se conoce como tipo de fallas normales por reacomodamiento de las placas que se encuentran bajo el suelo de municipios como Bavispe, Bacerac, Villa Hidalgo, Moctezuma, entre otros.


“Por lo tanto, cuando se siente algún sismo en Sonora, y dependiendo del lugar que se habite, éste estará relacionado o al sistema de fallas transformantes del Golfo de California o bien al sistema de fallas normales de Sierras y Valles, quedando excluida una asociación con la Falla de San Andreas (comúnmente y mal denominada Falla de San Andrés), pues ésta termina a la altura del “mar” Saltón, en California, justo al norte de Mexicali”, concluyó.

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