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Por Roberto Bahena


A Sonora ingresaron alrededor de 150 venezolanos deportados de Estados Unidos de manera diaria, lo cual ya tiene dos días que el gobierno del vecino país detuvo, pero ante la problemática se tiene una visión humanitaria.





El gobernador del estado, Alfonso Durazo Montaño, aseguró que se atenderá de manera humanitaria, además de que actualmente no representa un problema de seguridad pública, aunque pudiera llegar a convertirse.


“Vamos a tender en los mejores términos posibles a todos los retornados a nuestro país. Hoy revisamos el tema en la Mesa Estatal de Seguridad, tenemos en este momento cuatro albergues aquí en Hermosillo, tienen todavía capacidad suficiente para recibir a algunos, vamos a apoyar a todos los albergues de organizaciones sociales, con todo lo que requieran, llámese alimento, llámense colchonetas, llámense baños, con todo lo que se requiera, de tal manera que ampliemos la capacidad y que no haya necesidad de que un solo migrante se vaya a la calle porque no tiene un espacio digno en algún albergue”, apuntó.


Asimismo, señaló que también hay un programa apoyado por el gobierno del estado, de retorno de personas que quieren regresar a sus países de origen o que buscan ubicarse en otros estados de la República, mediante el cual la mitad de los migrantes buscan reubicarse.


La Secretaría de Relaciones Exteriores también iniciará con un programa de retorno aéreo asistido a migrantes. Sin embargo, también hay oportunidades de que se queden, lo cual dependerá del perfil de cada uno de ellos, por ejemplo, en Nogales hay un déficit importante de mano de obra en el sector maquilador.

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