Por Roberto Bahena

A pesar de que aún se presentan temperaturas superiores a los 35 grados centígrados, inclusive algunas cercanas a los 40, a partir del 1 de octubre dejaron de encenderse los aires acondicionados en las unidades del transporte público, sin embargo, desde antes de la fecha marcada por la ley hubo reportes de que ya no los utilizaban.

Alfonso López Villa, vocero de Vigilantes del Transporte, manifestó que desde dos semanas antes iniciaron los reportes, es decir, coincidió con el cambio de Gobierno, debido a la transición de administraciones, lo cual fue aprovechado indebidamente por las empresas concesionarias para ya no encender el aire acondicionado.

"Hubo un vacío de dos semanas donde los concesionarios los apagaron y pues llegaron muchos reportes de que había mucho camino circulando sin el aire acondicionado, porque antes traíamos arriba del 90%, cuando había autoridad y yo creo que ahí sí se falló un poco en la transición para que no sucediera esto que pasó", indicó.

Debido a que aún no se nombraba a un director o directora, esto quedó sin sanción a las empresas que se aprovecharon de que no había quien lo regulara, pues se fue el director general, el operativo y los inspectores no saben si serían cambiados.

Afirmó que se espera que pronto se pueda dar un acercamiento con la nueva titular de la Dirección General del Transporte, Lirio Anahí del Castillo Salazar, pero hasta el momento no se ha podido concretar, para tratar temas como las irregularidades en los tiempos de espera.

"Se incrementó en 30, 35 unidades cuando se anunció el regreso de los estudiantes a la escuela, pero como prácticamente no se ha dado tal, se sacaron de nueva cuenta para no quemar diésel, porque les pagan por kilómetro y si andan camiones circulando vacíos, no es económicamente aceptable, entonces sí se sacaron y los tiempos de espera siguen siendo el principal tiempo de espera", aseveró.

En cuanto a las acciones sanitarias, consideró que ya no se realizan al interior de los camiones e inclusive se han presentado conatos de violencia, sobre todo verbal, entre choferes y pasajeros, además de solamente entre pasajeros por exigir a personas que no llevan puesto su cubrebocas, que se lo pongan, lo cual es algo que también debe de cambiar.