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Por Roberto Bahena


Situaciones distintas, pero el mismo objetivo, es lo que caracteriza al grupo de 150 migrantes cubanos y dos venezolanos que fueron deportados de Estados Unidos y que el lunes pasado llegaron a Hermosillo.





El gobierno del estado habilitó el gimnasio Ana Gabriela Guevara, ubicado al sur de la capital sonorense, donde se instalaron carpas, además de que se les proporcionan colchonetas, cobijas, así como alimentación, en lo que será su hogar durante 20 días gracias al permiso temporal que les dio el gobierno federal.


Michael Ledezma, de 27 años de edad, salió de la Habana, Cuba, donde dejó a su madre y hermano, en búsqueda de una mejor vida en Estados Unidos, pero fueron deportados por Arizona y ahora está a la espera de que se arregle su situación migratoria, pero en el camino fue extorsionado e incluso le pedían hasta un millón de pesos.





“Hasta aquí hasta México, una travesía muy larga, desde Cuba; Nicaragua, Honduras, pasamos diferentes países ¿Y cómo fue la travesía, fue pesada, fue dura? – un poco dura porque nos pararon, bueno fue terrible, nos pararon muchos retenes de muchos policías, nos pedían dinero, demasiado, nos pidieron hasta un millón de pesos y estábamos impactados, fue terrible, fue terrible, nos amenazaron también, la misma policía de aquí de México”, manifestó.


Sin embargo, Michael deja eso en el pasado y se enfoca en lo que será el trámite para ingresar de manera legal a territorio estadounidense, situación que lo tiene preocupado, pues debe encontrar un familiar o amigo que se haga responsable de él en sus primeros días para que lo dejen ingresar.





Con distinta suerte, con la meta de llegar a Estados Unidos, pero para volver a estar con su hijo, nuera, nietas y su hermano, Milagros Portillo Peña, de 59 años de edad, dejó su tierra, esposo, una hija de 25 años y su nieta de siete meses, en una travesía en taxis y en guagua, como les llaman a los autobuses en Cuba.


“Con 59 años te soy sincera, lo que voy hacer es a cuidar nietos, pero por lo menos puedo ver a mis nietas que desde cuba – a estar junta con la familia- ahí está, eso es sinceramente, eso es lo que buscamos, la unificación familiar porque si no fuera por todos estos líos de la política que hay entre Cuba y Estados Unidos, yo jamás en la vida me hubiera ido de mi país, se lo digo así con honestidad, pero es de la única forma en la que puedo entrar y salir, ver a los de Cuba y ver a mis nietecitas, venir a verlas a Kendall en Estados Unidos, eso es”, lamentó.




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