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Por Roberto Bahena


Dicen que la vida nos pone pruebas, pero hay situaciones difíciles que a veces parecen no tener fin, eso es lo que Rosa Carmina Uruchurtu Ruiz, madre de dos jóvenes con atrofia muscular vive día a día.





Jesús Santiago, de 23 años vive con esclerosis múltiple, padecimiento que afecta el sistema nervioso central lo que le impide caminar y tener movimientos claros; de esto también sufre su hermano Francisco Esteban de 17 años, quien también tiene artritis y diabetes, pero aunado a esto, el pasado 18 de agosto tuvo bronquitis aguda, lo que le provocó pulmonía y derivado de eso perdió un pulmón.


“Ahorita necesitamos ayuda para trasladarnos al hospital de Shriners allá en California, en Pasadena, ya para que lo chequen a él y todo porque me dijo el doctor que no es probable que lo operen para quitarle el pulmón, simplemente el pulmón se encoje, pero cuando me dijeron que había perdido el pulmón, yo me vine para abajo, yo me bloquee, lo miraba y me daba lastima, pero como dije yo, si ellos me ocupan tengo que salir por ellos, no quedarme cruzada de brazos”, expuso.





Para poder atender a sus hijos, se necesitan por lo menos 20 mil pesos, pues, aunque Shriners no cobra por la atención médica y el tratamiento, tienen que pagar el hospedaje, traslado y alimentación a Pasadena, California, recursos con los cuales Rosa Carmina no cuenta, pues su trabajo en el Ayuntamiento de Hermosillo es muy poco.


“Mucha gente dice ha trabaja en el gobierno, pues gana bien. No gano yo lo suficiente porque yo entré por un empleo que gano 2 mil 700 pesos, gracias a ese trabajo ahí estoy atendiendo a mis hijos en el Isssteson y yo le pido al alcalde que antes de que se vaya me deje asegurada, porque yo tengo que atender a mis hijos por vida”, detalló.





Y es que, con un sueldo tan bajo, lo que logra hacer son verdaderos milagros, pues no solo compra comida, sino que también compra pañales para ambos jóvenes, pago de servicios y gastos médicos, pero no alcanza, por lo que recibe donaciones de ropa de segunda mano para venderla los fines de semana en el tianguis de Las Minitas y ayudar a recaudar un poco de dinero que mitigue las carencias.


Otro problema grabe que tienen es que si bien Francisco Estaban ya tiene su cita en Shriners y por lo tanto el permiso humanitario al igual que su mamá para ir a tierras estadounidenses, Jesús Santiago no lo tiene y al no tener con quien dejarlo, tendrá que llevárselo, lo que encarece los gastos, pero también ocupa obtener el permiso humanitario para él.


Por si fuera poco, la casa donde viven es prestada y ya se les pidieron, por lo que pronto se quedarán sin un hogar fijo, aunque consiguieron otra casa prestada a la que le faltan puertas, ventanas y cableado, además de que no tiene muebles, por lo que le preocupa que sus hijos no tengan camas donde poder descansar su espalda.


Quienes quieran apoyar a Rosa Carmina y sus dos hijos a que puedan tener una mejor calidad de vida y viajar a California a atenderse, para cualquier donativo o ayuda, pueden comunicarse al teléfono 6623 99 89 05, es tiempo de compartir.


“Es muy difícil, porque yo los levanto a las siete de la mañana para irme a trabajar, los levanto, los cambio, le doy la comida a él en la boca, Jesús come por sí mismo porque la artritis ya no le ayuda a él, llego del trabajo a veces que me marca y me dice: ‘ama, podemos hacer del baño’, hagan les digo, salgo del trabajo a las tres, llego los cambio, ya que los cambio me siento y ya me pongo a comer con ellos”, explicó.

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