
Por Roberto Bahena
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) confirmó mediante comparativa genética por ADN, que el cuerpo que fue encontrado el pasado 17 de junio en la comunidad de Vícam, pertenece a Tomás Rojo Valencia, vocero de la etnia Yaqui.
Salvador Samaniego Rubiano, Director de Criminalística de la FGJE, aseveró que la identificación se llevó a cabo en tres fases, la pre-identificación el día del hallazgo, esto con la la vestimenta que coincidía con la que llevaba puesta el día que desapareció.
Posteriormente se realizó una prueba dactiloscópica, para lo que se utilizó un recurso biotécnico de rehidratación para recuperar la huella dactilar para la comparativa. Mientras que el tercer paso que se hizo fue la confirmación confronta genética de ADN con sus familiares, lo cual dió positivo.
"Con ello queda plena y científicamente comprobado que se trata de la persona que fue reportada como desaparecida el pasado jueves 27 de mayo ante esta Fiscalía de Sonora. Hasta aquí la labor de identificación humana por parte del personal del Laboratorio de Inteligencia Científica Forense de la Fiscalía de Justicia de Sonora", apuntó.
Sin embargo, las causas de la muerte y cualquier otra información que se recabe, será de carácter reservado por ser parte de un proceso de investigación en proceso, aseveró Samaniego Rubiano.
"A partir de este momento, el dictamen pericial de la autopsia, la causa de muerte, así como los indicios y datos de prueba recuperados por personal de Servicios Periciales en el lugar del hallazgo, quedan como información reservada y protegida para garantizar el debido proceso de la indagatoria", concluyó.
El cuerpo de Tomás Rojo fue encontrado el 17 de junio semienterrado a aproximadamente a 12 kilómetros al sureste de Vícam y a 2 kilómetros al este de la carretera estatal número 29, esto cuando un vecino de esa localidad buscaba leña en el monte.
En primera instancia se sospechaba que se trataba del vocero de la tribu Yaqui, Dada su vestimenta y si característico pañuelo rojo al cuello, el cual siempre usaba.
Tomás tenía 57 años de edad, y desapareció a las 05:00 horas, del jueves 27 de mayo, cuando salió a caminar, como era su costumbre todas las mañanas.